Es importante saber en todo momento y sin dudar, que como pasa en todos los juegos de naipes, hay un agente realmente importante que se da, y es saber jugar con los naipes que son repartidos a uno. Será fundamental evitar jugar muchas manos seguidas una detrás de otra; lo más aconsejable es irse del juego cuando una sola mano haya sido mala, sin importar que tan tentado se encuentre de querer seguir intentándolo, recuerde estar atento al mirar el tablero. Esto le da vía libre a los jugadores con mucha más experiencia saber qué especie de apuestas están efectuando y con esos datos tan simples lograra obtener una buena ventaja en el partido.
Siempre observe como gesticulan los otros jugadores y por supuesto sus expresiones corporales de sus contrincantes. Si es un buen observador podrá sacar una buena tajada a la situación presentada, dado que podrá tantear la seguridad o los nervios del resto de los jugadores.
Una buena elección de la mesa de juego es determinante. Optar la mesa indicada de acuerdo su presupuesto (es decir al monto de dinero que está dispuesto a gastar en las apuestas) y su grado de habilidad en el juego, le dará la posibilidad de abrir carrera en la cual podrá recoger muchos éxitos y experiencias en el Póker. Es más, se aconseja que antes de sentarse a jugar en la mesa, uno tantee con anterioridad el juego, así logrará una evaluación objetiva de todos sus adversarios.
Ponga en vista cuales son las clases de jugadores con los que se enfrentara:
Si se trata de un jugador juega pocas manos, se lo llama un “jugador cerrado”. Si le gusta jugar varias manos, se le llama “jugador abierto”.
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